Este domingo es domingo de derbi. Barça y Espanyol volverán a verse las caras tras un año sin hacerlo por el breve paso del conjunto blanquiazul por Segunda División. El partido se jugará en el Olímpic Lluís Companys, estadio que fue casa del Espanyol entre 1997 y 2009, desde la demolición del Sarrià y la inauguración de Cornellà-El Prat.
Hasta doce encuentros de Liga disputaron ambos equipos con el Espanyol como local, con un balance de seis victorias para el Barça, cuatro empates y dos triunfos para los blanquiazules. Con 16 goles a favor del Barça y doce en contra. El último se jugó el 27 de septiembre de 2008. Ferran Corominas adelantó al Espanyol y los de Pep Guardiola lograron dar la vuelta al marcador con goles de Henry y Messi, este último de penalti. El encuentro será recordado por los graves incidentes que causaron los seguidores radicales del FC Barcelona. El partido estuvo detenido durante nueve minutos por el lanzamiento de bengalas desde la zona de aficionados azulgranas a una grada con seguidores locales. También hubo invasión de campo por parte de aficionados del Espanyol que rompieron una valla huyendo de las bengalas.
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Ontuvieron otros encuentros significativos a lo largo de su historia, reflejando la intensa rivalidad entre ambos equipos de la ciudad de Barcelona.
Uno de esos partidos destacados fue el 16 de octubre de 2004, cuando Lionel Messi hizo su debut oficial en un derbi, ingresando al campo en sustitución de Deco. Este momento marcó el inicio de una brillante carrera para el astro argentino, que se convertiría en uno de los mejores jugadores de la historia del fútbol.
Otro encuentro memorable tuvo lugar el 13 de enero de 2007, donde el Espanyol se impuso al Barça con un marcador de 3-1. Aquel partido también es recordado por la explosiva reacción del entrenador azulgrana, Frank Rijkaard, quien rompió parte de su banquillo en señal de frustración.
Desde entonces, la atmósfera en los derbis se ha caracterizado por una intensa rivalidad, tanto dentro como fuera del campo, destacando la pasión de los aficionados y la competencia entre los dos clubes. A lo largo de los años, estos encuentros han dejado huella en la historia del fútbol español, convirtiéndose en eventos esperados por los seguidores de ambos equipos.