Discovered for the first time the navel of a dinosaur in a well-preserved fossil

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Illustration: Jagged Fang Designs

For the first time in history, paleontologists have identified an umbilical scar in a non-avian dinosaur. The first dinosaur belly button!

In mammals, the navel is the scar that remains following birth when the umbilical cord falls off. In reptiles and birds, which hatch from eggs, there is no cord. There is, inside the egg, a yolk sac and other membranes that connect directly to the abdomen of the embryo.

The umbilical scar, the non-mammalian form of a navel, occurs when the embryo separates from those membranes before hatching. And that’s just what paleontologists say they’ve found in a dinosaur fossil.

According to a study published in BMC Biologythe find occurred in a particularly rare and well-preserved Psittacosaurus fossil.

Discovered in China, our Psittacosaurus was a bipedal dinosaur that lived in the early Cretaceous. It was a primitive form of ceratopsian, an order of herbivore with a beak that would later give rise to the popular Triceratops.

Imagen para el artículo titulado Descubren por primera vez el ombligo de un dinosaurio en un fósil bien conservado

Imagen: Bell et al. 2022

El deslumbrante fósil que nos ocupa fue descubierto boca arriba, aún con piel y cerdas en la cola, 130 millones de años después de su muerte.

Aunque su hallazgo se hizo público en 2002, el paleobiólogo Michael Pittman, de la Universidad China de Hong Kong, y su colega Thomas G. Kaye, de la Fundación para el Avance Científico, siguen revelando detalles de su pasado.

Los científicos usaron fluorescencia inducida por láser, un método no destructivo que ellos mismos inventaron, para dar con una “cicatriz sutil” en el abdomen del fósil. La superficie de piel arrugada tiene márgenes lisos y está dispuesta a lo largo de una línea central, sin rastros de piel regenerada, lo que, según los investigadores, sugiere que no fue resultado de una lesión.

“Estamos terminando una descripción detallada de la piel del Psittacosaurus”, dijo Pittman. “Esto requería que miráramos cada centímetro cuadrado del fósil, y así fue como ocurrió el descubrimiento de la cicatriz umbilical”.

Sabemos, porque los científicos compararon la longitud del fémur de este fósil con el de otros especímenes, que nuestro Psittacosaurus protagonista tenía entre 6 y 7 años, de modo que se acercaba ya a su madurez sexual.

No todos los reptiles y aves que conocemos mantienen su cicatriz umbilical hasta la edad adulta, y no esta claro que este fuera el caso de los dinosaurios, ni tan siquiera de los Psittacosaurus. Algunas cicatrices en aves y cocodrilos provienen de infecciones del saco vitelino por criarse en malas condiciones.

El fósil del estudio se encuentra en exhibición en el Museo Senckenberg de Frankfurt, Alemania. Hay que saber bien dónde mirar para verle el ombligo.

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